Son una pareja forjada a lo largo de los años. Se conocían de vista en Cerceda, hasta que un día comenzaron a quedar como muchas otras parejas en las calurosas noches de verano. No tardaron en llegar las risas, las miradas cómplices y las citas en el parque. Así se nos presentaron, una pareja que se quiere y han decidido estar juntos el resto de sus vidas. A lomos de Andaluz y Bruja sus otras dos pasiones, nobles caballos que consiguieron transportarnos a otros lugares en la sierra de Madrid. Fue un auténtico placer fotografiar y grabar tanto amor en la mejor compañía en uno de los lugares más bellos de la sierra madrileña.